domingo, 1 de diciembre de 2013

Gat i escriptor: una simbiosi inevitable

Us sona aquesta foto? És Hemingway intentant escriure  amb el seu gat empremprenyant. Tota persona tenidora de bèstia consentida (especialmente gat) sap que és imposible dur una vida sense obstacles, sense esopegar a tothora amb l'animal emprenyador. La meva tasca d'escriptora  també va lligada a la càrrega del gat carregós.  Els meus gats no són excepció i, inexorablement,  me'ls trobaré ajeguts a sobre el llibre o els papers que em disposava a llegir. Quan per fi pugui esgarrapar una estona per seure daban l'ordinador, aprofitant la visita de la musa, el gat, com impulsat por un resort, per una mena d'instint felí,  no trigarà a començar a passejar-se per sobre el teclat.
 Mentrestant apareixerà un segon gat, miolant exigent davant la finestra. Si és fora, és que vol entrar. I si ja és dintre de casa, voldrà sortir per al cap de pocs minuts voler tornar a entrar.  En el millor dels casos, el gat i tu, arribareu a una entente: a canvi que ell se s'estigui quiet, el deixaràs dormir sobre la falda. Per fi gauriràs d'un temps preciós de llibertat per poder centrar-te en la feina, un temps que es perllongarà  fins que se t'adormi la cama.
Tots aquest bestials destorbs   -a banda de molts d'altres que algún dia us explicaré-  fan que la meva  tasca d'escriptora, dura per se, duríssima si comptem amb que és no-remunerada (de moment! Nostre Senyor m'escolit i em faci rica ben aviat), sigui realment meritòria.  .
Us adreço, doncs, un consell ( tot i que jo mai no l'he sabut aplicar): Preneu-vos-ho amb filosofía

2 comentarios:

  1. COMPARTIR PISO..

    Desde hace unos años comparto piso… a los que no lo han hecho nunca a lo mejor les parece una incomodidad, pero si encuentras al compañero/a ideal, no hay nada mejor.
    En mi caso el compartimento no es equitativo, no compartimos gastos, ni labores caseras ni esas cosas, cada uno aporta lo que sabe hacer, yo, principalmente el sustento; con lo de las tareas diarias tambien me llevo la peor parte, cocino, limpio… uf!!! eso de la limpieza a veces lo llevo un poco mal, él jamás limpia nada, y eso que a temporadas le cae el pelo y no veas… por no limpiar, no limpia ni su baño, tengo que hacerlo yo todos los días y cuando toca fregado de suelos, ni se entera, pisa por donde le parece, incluso a veces pasa tan deprisa a mirar por la ventana o simplemente a la terraza a ver los pájaros que hasta patina y no veáis como se nota eso en el suelo recién fregado; lo de la cocina lo llevamos bien, y eso que le doy comida prefabricada todos los días….
    Otra cosa que no llevo demasiado bien, sobre todo en verano ya que en invierno hasta lo agradezco, es que se acueste en mi cama, no porque lo haga, si no porque nada más dormirse, va acurrucándose junto a mi y no veas que calor!!!
    A cambio el pobre, siempre anda haciendo payasadas; me hace reír cuando le da por correr por toda la casa como un loco, cuando me mira con cara de bobo como si estuviera un poco “colado” por mí, hasta se pone celoso cuando tecleo en el ordenador y tumbado sobre la mesa no deja de mirarme.
    Bueno, básicamente lo que mejor hace es compañía… siempre me espera cuando llego y no veas lo que se preocupa cuando me retraso, hasta me riñe y todo!!!, va de un lado a otro nervioso pensando que me hubiera podido pasar algo; me cuenta como ha sido su mañana, que si la puerta de la terraza se ha quedado cerrada… que si me he marchado muy deprisa por la mañana y no he limpiado el baño.. que si no hay suficiente comida… que… bueno siempre tiene alguna queja…. creo que lo hace para que lo achuche y le haga cosquillas, y es que la convivencia tiene eso, ya nos tenemos confianza.
    Por cierto, cuando vino a casa le rebauticé, desde entonces se llama Ulises se lo puse por la novela del Joyce que estaba intentando leer por aquel entonces, y que todavía no he terminado, pero eso es otra historia….
    No creo que ni él ni yo nos mudemos , pero si es él el que se marcha, y le encontrais solo y perdido por ahí, no dudéis en acogerle, es un buenazo.
    Y si ya estais pensando en esto de compartir piso, solo que busqueis un poco, seguro que encontrais alguno parecido a él ya que por ahí andan sueltos un montón de ejemplares de su misma calaña que no tienen donde vivir.

    Elena Isabal

    PD: Se me olvidó decir que cuando se enfada mucho…. araña en el sofá…

    ResponderEliminar
  2. ¡Vaya! ¡Con que eres de las mías, Elena! Un beso muy grande para tu Ulises felino por ser mucho menos aburrido que el literario...

    ResponderEliminar